Un truqui de auténtico maestro jardinero


La arcilla como terapia alternativa también para nuestras plantas.

Es bien sabido ( en muchas webs y libros lo detallan) que:

La terapia con barro utiliza la arcilla para mejorar la salud en numerosas patologías. La arcilla posee diversas propiedades, entre las cuales destacan:

  • Es refrescante y calmante del dolor.
  • Descongestionante y purificante.
  • Antiinflamatoria.
  • Bactericida, antiséptica y cicatrizante.
  • Tiene gran capacidad de absorción de toxinas.
  • Eficaz en la aportación de minerales que el organismo va perdiendo con el paso de los años.

Debemos destacar que en la terapia con barro confluyen dos elementos que hacen posible la existencia, como son el agua y la tierra. Ambos son capaces de generar vida, así como de descomponer los materiales de desecho o sustancias muertas. Del mismo modo que actúan en la naturaleza lo hacen en el cuerpo humano.

Lo que no se sabe es que:

De la misma manera que la arcilla es beneficiosa para la piel de las personas también lo es para la parte aérea de las plantas, pues es un preventivo contra enfermedades y plagas.

Esa tierra arcillosa, esa tierra de campo, esa tierra con la que fácilmente hacemos barro, es ideal para esparcirla por encima de las hojas de las plantas. Y si después de esparcirla nos despertamos con rocío, mejor, pues esa arcilla quedará impregnada en las hojas y durará días y días.