¿Por que deberíamos proteger los troncos de los árboles en el momento de la plantación?


Los árboles que se plantan a raíz desnuda si los protegemos con una arpillera (tela de saco) evitaremos su deshidratación tanto por el calor del verano como por el frío del invierno como por el viento que tantas bajas puede ocasionar.

Este método se practica  siempre en el centro y norte de Europa y raramente en este nuestro país. Los efectos que tiene son muy positivos: mantiene la piel del troco hidratada y adelanta la brotación del árbol de una manera muy eficaz.

No hace  falta retirar la tela después de la recuperación del árbol, la podemos mantener hasta el próximo otoño como mínimo.

En caso de que el árbol haya sufrido  deshidratación, se recomienda a parte del riego convencional (por las raíces) humedecer toda la parte protegida por la tela.

En caso de plantar árboles en contenedor, también se recomienda dicha operación. Eficaz en rosales de pie o arbolitos, en frutales de trasplante problemático como el palosanto, en arbolitos de flores sensibles (prunus y otros) entre otros. También es eficaz y en otros casos de que hayan sufrido en el transporte u otras causas.

En caso de practicarlo en árboles semi tropicales y en inviernos muy fríos, evitará la pérdida de la planta por heladas.

En caso de verificar antes de la plantación que un árbol sea de raíz desnuda o no está muy deshidratado (piel de ramas y tronco arrugada, la humedad interna casi haya desaparecido) debemos podar el árbol al máximo y situarlo arras del suelo horizontalmente tapándolo con  arena, turba o tierra  preparada muy húmeda. El árbol estará en esta posición las semanas que necesite hasta comprobar su total hidratación. A partir de este momento debemos practicar su plantación.

Esta foto es de un árbol del garden que tiene el tronco protegido con una tela de saco.