Los jardineros deben dirigir la instalación de un autoriego en un jardín.


La inmensa mayoría de riegos están mal diseñados, mal instalados y mal regulados y es que son muchos que lo instalan sin la dirección de un jardinero. Un buen jardinero sabe la necesidad de agua que necesita en particular cada zona del jardín según la insolación, vientos, tipos de árboles y necesidades hídricas de cada planta. El jardinero diferenciará el riego de céspedes, de los de árboles, el tipo de riego de los arbustos o de plantas en flor y el de plantas medicinales o aromáticas.

A continuación detallamos ejemplos y las consecuencias de un autoriego mal instalado.

-Las plantas aromáticas una vez enraizadas y aclimatadas necesitan un promedio de unos 12 riegos aprox anuales.

-Los céspedes mediterráneos  necesitan un promedio de unos 20 riegos  aprox.anuales.

-Los céspedes norteuropeos necesitan un promedio de 60 riegos anuales aprox.

-Los árboles de clima mediterráneo unos 15 riegos anuales aprox.

-Los árboles de país frío o húmedo de 20/25 riegos anuales aprox.

-Estos datos son orientativos pueden ser muy variables según la climatología local, las tierras existentes, el tiempo que llevan plantados entre otros.

El 99%  de riegos instalados no tienen en cuenta estos parámetros.

Teniendo en cuenta el valor y la escasez del agua, un riego bien diseñado, verificado y regulado por un jardinero será altamente eficaz.

Consecuencias de un autoriego mal instalado:

-Dispendio exagerado de agua con su consecuente coste.

– Exceso de crecimiento de la mayoría de plantas y árboles provocando enfermedades, plagas, enfermedades y a la larga caída de la vegetación por un crecimiento anómalo de las raíces.

-Debilitamiento progresivo de toda la vegetación y a la larga fracaso en la plantación.

-Necesidad de abonos y pesticidas con proporciones cada vez más grandes y costosas.