Las orquídeas quizá son las más bellas pero también las más mentirosas y tramposas del reino vegetal.



Sus flores han desarrollado los sistemas de polinización más complejos que existen. Su forma de embaucar a abejas, polillas, mariposas, moscas, hormigas, escarabajos, colibríes, murciélagos y ranas; para que distribuyan su polen es de lo más divertido y curioso.

Las estrategias vegetales de la gran mayoría de flores que no forman parte de la familia de las orquídeas es la de deleitar a sus polinizadores con néctar a cambio de distribuir su polen. Lo que diferencia a muchas orquídeas del resto de las flores es que ellas han diseñado el más preciso y curioso método para hacer llegar el polen de una planta a otra y conseguir así la fecundación. Pero lo bueno de las orquídeas es que algunas de ellas consiguen lo que ellas se proponen sin recompensar a su polinizador. Esto las hace especialmente irresistibles y atractivas para el aficionado a la botánica.

Algunas flores de orquídeas imitan el olor y la forma de la hembra de sus polinizadores. La flor con forma de avispa hembra (con pelusa incluida) engaña  a los machos y estos “copulan” sobre la flor creyendo que esta es una hembra. Con los movimientos de la copula se le adquiere el polen al cuerpo y cuando el macho nota que todo es un farsa se va a otra orquídea a buscar suerte y sin querer la avispa engancha el polen que lleva en el estigma de la nueva orquídea. Se produce entonces la fertilización. La orquídea engaña al insecto y a cambio de la distribución de su polen no le da absolutamente nada  a cambio.

En América de sur otras flores de orquídea tienen un aceite ceroso no comestible con un agradable perfume. Se trata de un olor que atrae a diminutas abejas iridiscentes machos para perfumarse y así conquistar a las hembras en sus rituales de apareamiento. Mientras la abeja macho intenta hacerse con el aceite resbala y cae en el interior de la flor, se le adquiere la polinia amarilla y la flor la deja salir para que esparzan el polen en otra orquídea. Cada especie de abeja necesita su propia marca exclusiva por lo que cada especie de orquídea adapta su producto para que coincida con el gusto de sus clientes particulares.


Las orquídeas generan pues las estrategias evolutivas más sorprendentes del reino vegetal.

A parte de su hábiles estrategias, las flores de orquídea  son capaces de conservarse frescas y ¡bellas durante un mes i algunas hasta 6 meses!  Excepto si son polinizadas que es cuando se marchitan rápidamente y forman el fruto.